Cuando trabajamos nos movemos y generamos continuamente electricidad estática. Cuando tocamos un objeto conductor mientras estamos cargados eléctricamente, descargaremos y crearemos una "descarga eléctrica". Este fenómeno se llama ESD (= descarga electroestática).
Cuando esta carga eléctrica estática se descarga en componentes, tableros de componentes o conectores de dispositivos, el resultado es siempre un daño por ESD. En muchos casos, dicho daño ocurre sin que nos demos cuenta, porque los humanos no perciben descargas más débiles que 3000 voltios; una descarga debe ser de al menos 5000 voltios para ser discernible como una chispa. Los componentes más sensibles pueden dañarse a voltajes incluso inferiores a 30 V, y muchos componentes de uso común son susceptibles a voltajes de 100-200 V. Los problemas causados por la electricidad estática a menudo permanecen ocultos y no pueden detectarse a simple vista, pero El cliente estará seguro de esta víctima porque su dispositivo dejará de funcionar correctamente.